La montaña se alza, majestuosa, observando la fragilidad del hombre, y entre los pinos se deslizan sueños que se cuelgan en las rocas.
Aquí, el eco me acompaña, como un amigo que nunca se va.
- Blas de Otero
La montaña se alza, majestuosa, observando la fragilidad del hombre, y entre los pinos se deslizan sueños que se cuelgan en las rocas.
Aquí, el eco me acompaña, como un amigo que nunca se va.